Un hijo es un regalo, una bendición que los hombres deben asumir de manera responsable y dedicada al igual que las mujeres.
¿Se ha preguntado usted quien es más importante en la vida de los hijos, la mamá o el papá?
A esta pregunta responden los expertos que tanto la madre como el padre tienen igual nivel de responsabilidad en el desarrollo de las capacidades sociales y emocionales de los hijos.
Al mismo tiempo que abogan porque en la crianza de los hijos en los tiempos que vivimos, se debe hacer mayor énfasis en los cantos y las poesías infantiles, también dejan muy claro la necesidad de dedicar todos los días, un tiempo especial para los bebes y los niños, con el fin de interactuar con ellos y fomentar la confianza en sus progenitores, tanto en la madre como en el padre.
Si bien muchos hombres ya funcionan con otros códigos en cuanto a la representación de su hombría y se comportan tiernamente no solo con las hijas también con los hijos varones, los besan, los abrazan y juegan con ellos, todavía es una asignatura pendiente en muchos hogares cubanos.
Casi siempre son las madres, las tías o las abuelas las que lidian todo el tiempo con los más pequeños de casa. Son ellas las que saben lo que necesita el niño o la niña, son las que siempre los atienden cuando se enferman cubriendo todas o casi todas sus necesidades en general.
Los papás se justifican muchas veces con el trabajo fuera de casa. Olvidan que muchas madres también trabajan fuera y no por eso dejan de atender debidamente a sus hijos y atienden además los quehaceres del hogar.
Un hijo es un regalo, una bendición que los hombres deben asumir de manera responsable y dedicada al igual que las mujeres. Ni mamá ni papá, deben olvidar que el tiempo para dedicarlo a los hijos y la familia no debe formar parte de la agenda de trabajo, sino de una voluntad personal y el deseo de que así sea.
