Desde la Campaña de Alfabetización, Topes de Collante hasta hoy en Sadino el escenario propicia encuentros necesarios y oportunos de maestros y estudiantes.
Sandino -La paciencia es el arma más preciada, porque solo quien entienda el significado de su labor y lo ponga en práctica puede anteponerse a situaciones cotidianas. Enaltecer su figura es muestra de un total agradecimiento para quien no encuentra reparos en enrutarnos por el camino del conocimiento. Desde la Campaña de Alfabetización, Topes de Collante hasta el hoy en el más occidental de los territorios el escenario propicia encuentros necesarios y oportunos de maestros y estudiantes.
En estos tiempos la ruta continúa y entre borradores y tizas, lápices, libros, cuadernos y libretas, además del uso de la tecnología, la enseñanza y el aprendizaje marchan tomados de la mano hacia el porvenir. En momentos trascendentales los educadores asumen tareas priorizadas y ante un suceso abrumador como la epidemia Covid-19, nuevamente, como en etapas anteriores, dan el paso al frente en franco desafío ante la adversidad.
El curso escolar reinició con la animosidad esperada, y entre sonrisas y agradecimientos nuevas experiencias viven compañeros de aula y trabajadores todos. Con medidas sanitarias, cumplimiento de deberes, superación constante y compromiso con la Patria la educación en Sandino, como en toda Cuba, no se detiene, marca pautas a seguir y entre aspiraciones y sueños vale la pena cumplir con la línea trazada.
Asumir el encargo social es comprometerse con el futuro, resaltemos entonces, la encomiable misión de los que enseñan a leer y escribir, de los que forman valores en unión a la familia y la comunidad y confiemos en que cada quien tendrá el espacio propicio para crecer y formarse, para ser útil y feliz.
Raisa Díaz Miranda
