Los voleibolistas cubanos ganan invictos la Copa Panamericana, en Colima, México. El atacador auxiliar Miguel Ángel López resultó el Jugador Más Valioso
Dosis repetida, esa fue la receta dispensada por los voleibolistas cubanos a los argentinos para finalmente ganar invictos la Copa Panamericana, en Colima, México.
A principios de la pasada semana los alumnos de Nicolás Vives, con algunos vaivenes en su rendimiento, vencieron a los sudamericanos por 3-2, ambos elencos asentados en jugadores noveles. Tras vencer por 3-0 a Canadá y Surinam en el grupo preliminar A, los antillanos avanzaron imbatibles directamente hasta las semifinales.
En esa instancia dispusieron de Chile, por 25-20, 31-29 y 25-20, en tanto Argentina derrotó por 3-1 a México, con pizarra de 25-17, 25-12, 25-27 y 25-22, de manera que la disputa del oro quedaba en manos de albicelestes y cubanos. Y nuevamente dominaron los caribeños por 3-2 (19-25, 25-21, 25-20, 21-25, 15-9) para ceñirse la corona de este evento continental. Por el bronce, México aventajó a Chile por 25-17, 25-20 y 26-24.
Es la tercera ocasión en que Cuba gana la Copa Panamericana en los últimos años, pues dominó a Estados Unidos también en cinco sets durante la edición de 2014 y un par de años después se impuso en la final a Argentina, igualmente en tie break. En esta oportunidad rivalizaron 12 equipos y llamó la atención el quinto lugar de los estadounidenses, por debajo de Chile.
El atacador auxiliar cubano Miguel Ángel López resultó el Jugador Más Valioso del torneo, mientras su compañero y central Roamy Alonso quedó como el segundo mejor bloqueador. Fue significativo en la selección del Todos Estrellas de la competencia el hecho de que Perú, ocupante del octavo lugar entre los 12 participantes, tuviera nada menos que cinco hombres premiados como primeros lugares entre las 12 categorías reconocidas y, en cambio, Argentina, que discutió el oro, únicamente alcanzara el lauro de segundo mejor atacante para su capitán Bruno Nicolás.
