Fidel, eterno guardián de sueños y esperanzas
Fidel, el paso del tiempo no hace que desaparezca entre nosotros tu figura. Tu imagen crece y aúna voluntades. Hace latir más fuerte los corazones de quienes aman tu obra.
Estás ahí, multiplicado entre millones, con tu dedo señalando el futuro, con tu mirada que alienta a seguir en combate, con tu verbo que inspira a ser guerreros por siempre.
Vives en la sonrisa de los niños, en el vuelo de cada mariposa, en el anciano que te agradece el gesto noble y altruista que forjaste; en cada acción de amor y paz, de compromiso y de victoria.
Fidel eterno, Fidel gigante, soldado guardián de sueños y esperanzas, titán de cientos de batallas. Fidel amigo, ejemplo, guía, precursor de los ideales más sólidos de justicia y equidad.
No te has ido, cabalgas cada mañana cuando el sol despunta. Te empinas junto a pueblo como rutero en el camino sin cansancio. Eres semilla que germina siempre y sabe a Patria, honor y gloria.
Marelis Corbea Barreto