El miembro del Buró Político y ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, agradeció el apoyo global a nuestro país en el enfrentamiento y denuncia de la política de bloqueo de EE. UU.
«El bloqueo viola el derecho a la vida, a la salud, a la educación y al bienestar de todas las cubanas y cubanos, lo sienten nuestra familia a través del desabastecimiento en las tiendas, las largas colas, los precios excesivos o los salarios devaluados». Así comenzó su intervención el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla.
Explicó, que el gobierno hace grandes esfuerzos para satisfacer la canasta familiar normada, que no es suficiente, pero atiende las necesidades indispensables bajo precios subsidiados.
Dijo que, pare ese objetivo, en este año, se requieren más de 1600 millones de dólares, y que solo con un tercio de las afectaciones entre marzo del 2022 y febrero del 2023 se hubieran podido cubrir esos gastos.
Nuestro canciller declaró que el bloqueo priva a la industria de insumos imprescindibles, destinados a la producción de alimentos, gravemente afectada, y que bajo estrictas licencias, puede adquirir productos agrícolas en Estados Unidos, pero sujetas a disposiciones que violentan las reglas de comercio internacional y la libertad de navegación, y obligada a pagar por adelantado y transportar en buques de esta nación que deben volver vacíos a sus lugares de origen.
«Cuba tiene prohibido hacer exportaciones a EEUU y no puede acceder a créditos ni siquiera bilaterales, ni de instituciones internacionales», añadió.
Destacó también, que la familia cubana ha sufrido apagones agobiantes y que los daños al sector energético sobrepasan los 401 millones de dólares, siendo el sistema electroenergético nacional el más afectado. Con transparencia destacó Rodríguez Parrilla, que los enfermos son lastimados por la falta o inestabilidad de medicamentos, incluidos tratamiento contra el cáncer y las cardiopatías.
Dijo también, que Cuba es capaz de producir más del 60 por ciento de cuadro básico de medicamentos que no se han podido garantizar debido al golpe artero a nuestra finanzas. Por otra parte, dijo, Cuba es obligada a adquirir por terceros países, a precios muy elevados, recursos imprescindibles incluso, para niños enfermos en el país.
El titular del Minrex expuso, con el permiso familiar, la historia de María, «una niña cubana de apenas seis años, con un tumor en el área intracraneal, que ha tenido que recibir un tratamiento alternativo porque el bloqueo impide el acceso a fármacos de fabricación estadounidense (…) la pequeña está en recaída recibiendo un esuqema de quimioterapia de rescate, para ella como a otros niños el bloqueo sigue marcando la diferencia entre la vida y la muerte».
Algo similar, dijo, acontece con dos adolescentes de 14 años con parálisis cerebral y que no pueden acceder a medicamentos muy eficaces de procedencia norteamericana. «Miente el gobierno de Estados Unidos al afirmar que el bloqueo no impide el acceso a medicamentos».
Esa política de más de 60 años constituye «una grosera violación de las normas del comercio y del derecho internacional»
Agencias del gobierno estadounidense lo han impedido y Cuba tienelas evidencia, incluso con entidades asentadas en países latinoamericanos.
La realidad es que el gobierno estadounidense, de forma oportunista, utilizó la pandemia como su alidado, el bloqueo es un crimen de genocidio.
El Canciller cubano recordó que durante la pandemia Estados Unidos aplicó exención temporal a varios países con los que no mantiene relaciones, para que pudieran acceder a medicamentos e insumos médicos. ¿Por qué se excluyó a Cuba?, se preguntó y afirmó que «Estados Unidos utilizó la Covid-19, como aliada en su política hostil contra Cuba».
«El bloqueo califica como genocidio», aseveró.
El ministro de Relaciones Exteriores expresó que la aviesa decisión de fortalecer de forma inédita el bloqueo en esa coyuntura epidémica y aprovechar la crisis económica mundial derivada de la pandemia, para promover la desestabilización del país, muestra la esencia perversa de esa política.
En ese contexto, la hazaña de la supervivencia del pueblo cubano, dijo, solo puede explicarse por el empeño de todo un país y su gobierno de construir durante décadas un sistema sanitario de calidad.
A pesar de todos los esfuerzos de resistencia, reconoció que es innegable y doloroso el impacto del bloqueo en la calidad de vida y los servicios que se brindan a la población y advirtió que el 80% de la población solo ha conocido una Cuba bloquedada.
El canciller expresó que el gobierno norteamericano no ha cesado en esta política, que con saña y precisión quirúrgica ataca los sectores más vulnerables de la economía para infligir el mayor dolor posible a las familias cubanas.
El bloqueo es un acto de guerra en tiempos de paz, sentenció.
Recordó que desde un principio, el propósito de esta política genocida ha sido provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno.
La conducta estadounidense es absolutamente unilateral e injustificada, aseveró.