Sandino- Desde hace 30 años, los organopónicos trabajan para consolidar la tarea de acercar sus productos a los asentamientos poblacionales, y así contribuir de forma armónica y sostenible a las producciones agrícolas, para poder satisfacer las necesidades alimentarias, las cuales son siempre crecientes por parte de la población.
Al igual que las viandas y granos, las hortalizas ocupan un lugar destacado en la dieta humana, debido a los aportes nutritivos que las mismas contienen en cuanto a vitaminas y minerales.
El organopónico Augusto César Sandino, en lo más occidental de Cuba, es conducido por Bartolo Menas Pérez. Él y su colectivo, a través de Radio Sandino, ofrece particularidades acerca de su labor.
«Tenemos sembrado habichuela, pepino, zanahoria, espinacas y ají cachucha. La gran mayoría están sembrados en 46 canteros de 20 metros cada uno. Nos suministra el agua un organopónico que está cerca de nosotros de 8 de la mañana hasta las 11 y después hasta cerca de las 4 de la tarde porque nosotros no tenemos pozo de agua hecho todavía.
Aquí trabajan 3 compañeros con un salario acorde a los planes cumplidos. Tenemos un plan de venta de 1500 cup por mes, pero últimamente no va bien ese cumplimiento por la calidad de la semilla que nos traen y que un buen número de ellas no germina.
Nos ayudan organismos que muchas veces en la semana vienen y colaboran con nosotros en la limpia de canteros. Salud Pública es el que más viene por la cercanía que tienen diferentes centros de salud a este organopónico y por la entrega que le damos de nuestros productos según la cantidad de pacientes que tengan.» -explicó Bartolo Menas.
«Nosotros aplicamos muchas veces productos que nos trae el técnico de la granja para un mejor rendimiento en los cultivos como es el fitomas. Esto contribuye en la reducción del consumo de fertilizante mineral en la producción.
El Fitomas es un producto natural, fitoestimulante de aplicación foliar o radicular antiestrés que ayuda a superar las afectaciones por déficit nutricional, sequía, exceso de humedad, vientos fuertes, trasplantes, ataque de plagas, fitotoxicidad por agroquímicos, entre otras. Sustituye en gran medida al fertilizante de importación.
El mes pasado llovió mucho y eso nos atrasó un poco porque se perdió un gran número de matas de acelga y rábanos. Ya el pepino se ve que está dando resultados y la habichuela igual.
De hecho, ya estamos cogiendo la habichuela, el pepino y la espinaca; y próximamente el aguacate. Este organopónico no está enyerbado como a veces vemos en otros.
Se guataquea y se escarda permanente y esos canteros que ves con yerba es de la cosecha anterior de habichuela que arrancamos y ahora la vamos a guataquear para volver a sembrar. Controlamos las plagas con determinadas flores, el maíz y el millo.» -agregó el avesado productor.
Alejandro Marín Saavedra, trabajador del organopónico, revela otros apuntes sobre el trabajo:
«Mira esos canteros que ves ahí. Solo pude trasplantar uno porque la semilla de pepino no nació. El cebollino no nace hace unos años por la calidad de la semilla. La zanahoria unas veces nace y otras no y es algo que a la gente le gusta mucho aquí.
Tenemos problemas con el regadío porque además de que no tenemos pozo propio, las mangueras que utilizamos están muy malas y se bota más agua que la que riega y llega con muy poca presión.» -expresó Alejandro.
«Aún así, buscamos alternativas con amistades que nos regalan semillas y yo muchas veces cojo la semilla de pepino que cosechamos aquí y la siembro y con esta semilla nos va un poco mejor y así es que estamos obteniendo posturas con mejor calidad.»-aclara Alejandro Marín.
La agricultura urbana y suburbana en Sandino no logra cubrir hoy la creciente demanda de hortalizas por lo que intenta elevar sus rendimientos buscando soluciones y trabajando, para así darle un empujón a la producción de alimentos, tarea de verdadera importancia en estos tiempos.
Por: José Ramón Piñero Benítez.
