Osvaldo Garriga Relova es un sandinense que siente que al donar una pinta de sangre está salvando vidas
Donar sangre es un acto de solidaridad.
Osvaldo Garriga Relova es un sandinense que siente que al donar una pinta de sangre está salvando la vida de una persona desconocida que merece vivir. La buena acción de donar sangre crea en él una sensación de entusiasmo sin temor.
«Hasta el momento tengo 112 donaciones de sangre. Comencé en el año 1983 en el Preuniversitario Gerardo Abreu Fontán, cuando apenas tenía 16 años y después continúe realizando estas donaciones como un hábito al cual le concedo una relevante importancia.
…Cuando me encontraba cursando estudios en la Unión Soviética, actual Rusia, al explotar el reactor de la central nuclear en Chernobyl fui uno de los primeros cubanos que donó este preciado líquido a las personas que lo necesitaban tras la explosión. Desde entonces he continuado realizando desde dos, tres, cuatro donaciones anualmente, con el objetivo de salvar cualquier vida.
Considero que hay que seguir insistiendo para que los jóvenes se incorporen a esta tarea que es voluntaria, que se hace por amor para salvar aquellas vidas cuyos rostros desconocemos, cuyos nombres no conocemos.
…Creo que debe haber una mayor participación de las organizaciones políticas de masas y más convocatoria para que se sigan haciendo donaciones como se hacían antes.»
Garriga enfatiza que como ciudadanos y personas de bien debemos incentivar a la población para dar a conocer sus experiencias, para así fomentar una cultura de amor por el prójimo.
En el Día Mundial del Donante de Sangre , Osvaldo Garriga Relova exhorta a todos a sumarse al esfuerzo y salvar vidas, pues a través de gestos de amor contribuyen a un mundo mejor.