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El cuento de la Ley Helms-Burton

La activación del Título Tercero ha vuelto a traer a la actualidad a la infame Ley Helms-Burton

La Habana, Cuba. – La activación del Título Tercero ha vuelto a traer a la actualidad a la infame Leuy Helms-Burton. Como lobos hambrientos, muchos en Estados Unidos se lanzaron a entablar demandas y a amedrentar a los posibles inversionistas en Cuba.

Ilusos, apuntan contra muelles en La Habana y Santiago de Cuba, el aeropuerto José Martí, una terminal marítima, varios tanques de almacenamiento de combustible y hasta un centenar de gasolineras. Quieren arrebatarnos lo que perdieron tras las nacionalizaciones y confiscaciones y que hoy forman parte de la propiedad colectiva.

Aunque ahora no lo quieran decir, aquello fue un acto legal de la joven Revolución para reponer parte de los daños causados por el robo de los batistianos y defenderse de la agresión externa. Pero en realidad, ese engendro legal va mucho más allá.

Recolonizar a Cuba

Ahora todo el mundo habla de las reclamaciones de propiedades, pero lo cierto es que la Ley Helms-Burton trata expresamente de hacer regresar el país a los días anteriores al triunfo de la Revolución. Lo que buscan es convertir a Cuba en un Protectorado de Estados Unidos, en una situación más ignominiosa que la planteada por la Enmienda Platt.

Ni siquiera seríamos una nación soberana en el supuesto caso de que se le entregara lo que reclaman, porque el gobierno norteamericano sería el único capacitado para certificar que entramos nuevamente al redil neocolonial.

Habría que disolver instituciones como las FAR, los CDR y el Partido Comunista de Cuba, además de sentar en el poder a un gobierno aprobado por la Casa Blanca. En fin, lo que quieren es la recolonización, así que no vengan ahora con el llanto por las propiedades, que ese es el cuento de la Helms-Burton.

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