Educar no es sólo combatir el mal, señalar y censurar los errores; educar es sobre todo incentivar el bien, impartir buenas costumbres
Sandino -En un mundo que gira cada vez más rápido y con los grandes retos que a todos los niveles se nos plantean existe uno que es quizás, el más importante reto del hombre, la educación de sus hijos.
Estamos a las puertas de un nuevo curso escolar en Cuba una etapa para refelexionar y pensar cuánto puedo aportar y colaborar con la escuela en la educación de nuestros hijos.
Los padres deben compartir con sus hijos una considerable parte del día y en concreto aquella en la que los niños se dedican a sus trabajos escolares.
Las amistades de nuestros hijos pueden ser los grandes apoyos o las cargas de profundidad de nuestra tarea, por eso saber quiénes son y qué hacen es primordial. Sepan que a determinadas edades la influencia de los amigos es muy grande, por eso se debe prestar especial atención a este aspecto.
Jamás se puede pensar que los niños son demasiado pequeños para exigirles responsabilidades, lo que hay que saber son las responsabilidades que se pueden exigir a cada edad y a cada personalidad. Pero quizás la regla de oro es el estar consciente de la importante misión que la sociedad encomienda a los padres y que la escuela es sólo un magnífico complemento a lo que van a aprender en casa en unos años cruciales. Porque por ejemplo para aprender en qué año empezó la Guerra de los 10 años en nuestro país siempre existe tiempo, en cambio, para que los niños aprendan a comportarse como personas civilizadas, respetuosas y socialmente útiles hay muy poco tiempo. Pasados los 15 años todo estará perdido. Será demasiado tarde. Y sólo nosotros seremos los responsables. Jamás el hijo.
Uno de los aspectos cruciales de la educación de los hijos son los valores y modelos sociales que se presentan a los niños mediante los medios de comunicación. También el valorar el tiempo libre de los niños como espacio fundamental. En este aspecto es primordial cultivar los hábitos de lectura y deporte, de excursiones por el campo, de visitas culturales y en general de todo aquello que les entretenga y les guste formando a la vez su cuerpo, su sensibilidad artística y su cultura.
Quiero aprovechar la oportunidad para compartir con ustedes algunos consejos para con sus hijos…No olviden nunca que los padres deben educar la voluntad de los hijos y sus sentimientos. Preparar a un hijo para la vida no es satisfacer todas sus voluntades y todos sus caprichos, tienes que enseñarlo también a renunciar y a oír un «no». Recuerden también que la violencia es nociva para la educación de los hijos. La ira nos lleva a decir palabras sin pensar y a actuar irreflexivamente. El hablar sin pensar y el actuar sin reflexionar pueden lastimar, herir, ofender y llevar a cometer injusticias.
Mientras los hijos confíen en los padres, tendrán siempre una luz que los ilumine, una guía que los conduzca y, una brújula que los oriente.
Educar no es sólo combatir el mal, señalar y censurar los errores; educar es sobre todo incentivar el bien, impartir buenas costumbres, valorizar las buenas obras y estimular.
