El «mañana» no cae del cielo, sino de un esfuerzo colectivo. En los servicios de salud, racionalidad y calidad, deben ser los principios que guíen el trabajo.
¿Ha valorado usted los incontables beneficios que recibe solo por concepto de atención médica.?
Seguro que de haberlo hecho no pensó que esto contribuye a una gran seguridad individual y familiar nacida con el triunfo de la Revolución en 1959 como garantía para la salud en el ámbito preventivo, curativo y de rehabilitación. Sin embargo, nuestro país necesita algunos cambios para mantener estos logros.
En el momento actual al sistema sanitario se le exige brindar una especial atención a los costos, atendiendo a que la crisis internacional financiera determina e influye sobre diferentes categorías económicas como los movimientos de precios. Los costos, constituyen sin dudas, un conjunto de indicadores que permiten evaluar la eficiencia del trabajo de una entidad. En ellos se refleja el nivel de actividad alcanzado, el grado de eficiencia con que se utilizan los fondos financieros y la óptima utilización de los recursos materiales consumidos y aplicados a la actividad en un periodo económico determinado.
Tomar medidas ante limitaciones
Los altos precios, sumados al criminal bloqueo de Estados Unidos, repercuten sensiblemente en la adquisición de medicamentos, material gastable y otros recursos indispensables para los servicios de salud en Cuba. A ello se agrega el crecimiento de la población y su envejecimiento, la extensión de la cobertura de los servicios sanitarios, el uso intensivo de nuevas tecnologías, mucho más costosas; los cambios en el patrón de la morbilidad, es decir la frecuencia de enfermedades, como la aparición de la nuevo coronavirus, que demanda millonarios recursos para la preservación de la salud y la vida de la población en el país.
Es imprescindible, erradicar los problemas de Contabilidad existentes aún en las unidades de Salud, impedir la desviación de recursos médicos como es el caso de los medicamentos, eliminar su rebenta en el “mercado negro”, y lograr que cada funcionario y dirigente gane en cultura económica para poder interpretar con rigor, las informaciones que se brindan y garantizar el control adecuado.
Ser racional para garantizar el mañana
Todavía muchos especialistas acuden «al uso irracional» de los medios diagnósticos de alta tecnología, a exámenes de laboratorio que se pueden eliminar con un buen examen clínico, y contribuir también, con rigor científico, a que no se prescriban medicamentos innecesarios, a veces por simple complacencia, con el consiguiente perjuicio para la salud de los pacientes y lo cual sucede todavía en nuestro municipio, pues falta alcanzar niveles mayores de comprensión del por qué se debe racionalizar no solo por parte de la población, también de algunos dirigentes y profesionales del sector.
La colosal empresa que representa preservar e incluso elevar la capacidad y calidad asistencial, lo cual es un principio sagrado y esencia misma de nuestra Revolución, requiere que cada uno de nuestros ciudadanos gane en la conciencia económica necesaria para comprender que el «mañana» no cae del cielo, sino de un esfuerzo colectivo. Y para que no caiga en saco roto es imprescindible el control y la eficiencia, en aras de que en los servicios de salud, racionalidad y calidad, sean los principios que guíen el trabajo.
«Disciplina quiere decir orden, y el orden quiere decir triunfo»
Vacuna anticovid-19 de Cuba con alta efectividad en pacientes graves