Mariana Grajales Cuello fue una patriota cubana. Luchadora en las gestas independentistas, paradigma de mujer y madre cubana
En la ciudad de Santiago de Cuba, en los albores del siglo 19, cuando el grito independentista sacudía a muchos pueblos de América, vio la luz en 1808, una niña de padres dominicanos, bautizada con el nombre de Mariana.
Sobre su piel dorada, que denotaba su raza mestiza, sobresalían unos grandes ojos soñadores. Creció la hija de José Grajales y Teresa Cuello, y en ella se fue cimentando el amor a su patria: Cuba.
Con los años, la historia distinguiría a aquella mujer como la madre mayor, que tuvo el privilegio de ofrecer a la causa redentora a diez valientes soldados, cuyas hazañas los inscribirían, junto a su progenitora, en las páginas más gloriosas de las guerras por la independencia cubana.
Mariana dio a sus hijos la herencia más digna: ese sentimiento de amor a la Patria que los vio nacer. De ella escribió Martí ¨Qué epopeya y misterio hay en esa humilde mujer¨.
Cuando sus hijos en el exilio se preparaban para reiniciar la Guerra Necesaria, murió Mariana en Kingston, Jamaica, el 28 de noviembre de 1893. Perdía Cuba a Mariana Grajales, su madre mayor.