La valentía de Niceto Pérez García acentuó el arrojo de quienes le siguieron y en su memoria fue erigido un monumento y declarado el 17 de mayo como Día del campesino.
Sandino -Los campos cubanos fueron escenario de tristes sucesos. Momentos incontables de opresión y desalojo. Muchos campesinos perdían sus tierras y sumaban su pobreza al desaliento y el desamparo. ¡Qué podían hacer en tiempos de opresores y oprimidos!
Sin embargo, en Guantánamo, en un pueblito llamado Realengo 18 en la pequeña finca María Luisa , Niceto Pérez García, no claudicó y por ello fue asesinado. El 17 de mayo de 1946 su sangre bañó la tierra que labraba para sustentar a su familia.
La valentía del hombre humilde y como muchos, vilipendiado de la zona , acentuó el arrojo de quienes le siguieron y en su memoria fue erigido un monumento y declarado el 17 de mayo como Día del campesino.
Como la fuerza de las luchas en la manigua , como baluarte de grandes hazañas los anfitriones de los campos cubanos se levantaron en armas para enarbolar la bandera de la libertad. Fue el espíritu de la lucha contra las injusticias lo que mantuvo airoso el clamor de rebeldía.
¡Había que librarlos de la ignominia ¡ Y para ello llegaría la revolución triunfante!
Fidel mostró el reconocimiento a la memoria de Niceto Pérez cuando el 17 de mayo de 1959 promulgó la ley de Reforma Agraria, otorgó las tierras a los campesinos cubanos. En esta misma fecha pero de 1961 fue creada la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños , ANAP, para agruparlos y representar sus intereses en lo económico y social.
Un bien, merecido, para quienes asimilaron el deber de que la tierra era para quien la trabajaba. Pasaría a manos de sus verdaderos dueños.
Un futuro incierto llegaba a su final, un horizonte de esperanzas y sueños enrutaba el camino hacia el porvenir.
Raisa Díaz Miranda
