
En los límites de Palmarejo y Las Catalinas vivió Lina Ruz González, madre de Fidel y Raúl, de origen campesino y de familia muy pobre. Un sitio hoy enclavado en tierras de la Cooperativa Rafael Ferro Macías, del municipio de Sandino.
Al lugar acudieron periodistas de varios medios de prensa de la provincia de Pinar del Río, trabajadores de Cultura y estudiantes del Instituto Pedagógico Rafael Ferro Macías, para conmemorar este 25 de noviembre, el noveno aniversario de la desaparición física del líder histórico de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz.
La jornada constituyó no solo un tributo, sino también un llamado a mantener vivo su legado en las nuevas condiciones históricas. Durante el acto organizado por Cultura y con la presencia de Yoisniel Izquierdo Camejo, miembro del Buró municipal del Partido en el territorio; Ramón Ramos Prieto, director municipal de Cultura, en su intervención refirió que en antaño la finca era conocida por Ciego Corojo, donde están plantados 90 cedros al cumplir Fidel esta edad en el 2016.
Ahondar en esta historia permitió intercambiar con pobladores del lugar sobre su madre, quien permaneció en este sitio siendo muy joven al tiempo que ayudó a redescubrir hechos y palabras que resuenan en el tiempo. En su plena adolescencia, junto a sus padres, hermanos y hermanas, recorrió varios trayectos hasta Birán donde se estableció la familia.
Al hacer el resumen de este encuentro Félix Témerez, presidente de la UPEC en Vueltabajo, agradeció al grupo de jóvenes y a todos los presentes su acompañamiento en un momento trascendental que retoma las raíces históricas de los Castro-Ruz. Este recorrido concluyó con un trabajo voluntario en el bosque de los 90 cedros y la entrega de una foto de Fidel por Leonardo Durand, pintor y especialista de la Galería de la Casa de Cultura a los miembros de una de las familias que residen en este sitio.





