El Patio Marisole, que ostenta la condición de Doble Excelencia Nacional, protege el entorno con prácticas sostenibles
El patio, por muy pequeño que sea, puede aportarnos un buen volumen de productos para el autoconsumo familiar.
A la dieta, dependiendo del terreno, podemos incorporar viandas, hortalizas, condimentos frescos y otras variantes de producción que ayuden a complementar la alimentación de todos en el hogar. Resulta una opción provechosa mediante la cual llegan a la mesa familiar alimentos sanos y variados.
Es una tendencia en la actualidad que permite explotar pequeños espacios, sacarle provecho y proteger el entorno con prácticas sostenibles.
El Patio Marisole en ciudad Sandino ostenta la condición de Doble Excelencia Nacional. Como otro cualquiera, pertenece al Programa de Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar que desarrolla el país.
El plátano asoma en este patio integral, en señal de que sí se puede y que la familia continuará consolidando lo hecho hasta ahora por cuanto aporta a su dieta en las circunstancias actuales.
Por la importancia que reviste, los miembros dedican especial atención a la siembra de plantas ornamentales, medicinales y frutales.
Experiencias de este tipo existen en Sandino, Pinar del Río, con tendencia al incremento a partir del enfrentamiento a la COVID-19 y el llamado en aras de minimizar el impacto de la pandemia.
No son pocos los cederistas que integran el movimiento de la Agricultura Urbana Suburbana y Familiar; quienes han respondido de manera positiva a la convocatoria de incrementar la producción alimentaria.
Solo produciendo más lograremos bajar los precios, una de las principales demandas de la población en este territorio.