Por Tairis Montano Ajete
Los indicadores demográficos más recientes de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) revelan que Sandino enfrenta una pérdida poblacional marcada por la migración.
El saldo migratorio total asciende a -16,132 personas, con una tasa de -30 por mil habitantes, la más elevada entre las regiones comparadas.
Según el director municipal de la ONEI, Lic. Sandy Garrido Cervera, este comportamiento migratorio constituye el factor decisivo en la dinámica poblacional del territorio. Aunque la natalidad se sitúa en 9.0 por mil habitantes y la mortalidad en 3.1 por mil, el crecimiento natural resulta negativo (-2.5 por mil), lo que evidencia que la salida de población supera cualquier posibilidad de recuperación interna.
La combinación de un crecimiento total de -17,490 por mil habitantes y un saldo migratorio tan desfavorable refleja un escenario de decrecimiento sostenido. Garrido advierte que esta tendencia compromete la estructura social y económica del municipio, pues la pérdida de población joven y en edad laboral acelera el envejecimiento y limita la disponibilidad de fuerza de trabajo.
La migración, más allá de las cifras, se convierte en un desafío estructural para Sandino: afecta la cohesión comunitaria, la sostenibilidad de los servicios y las perspectivas de desarrollo local.
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