
Por Tairis Montano Ajete
La Casa de Orientación a la Mujer y la Familia, en articulación con el sistema educacional y los actores comunitarios, desarrolla acciones de acompañamiento integral a niños y niñas vinculados a la Tarea Victoria, especialmente aquellos que enfrentan situaciones de vulnerabilidad como la ausencia temporal de sus padres por privación de libertad.
Según Yanira Salgado Martínez, secretaria de la Federación de Mujeres Cubanas en el municipio de Sandino, «la Tarea Victoria es un acto de sensibilidad institucional que garantiza que ningún niño quede desamparado en su proceso educativo ni emocional. Desde la FMC, acompañamos con amor, respeto y compromiso cada historia familiar.»
Este programa le asegura a los menores el vínculo con el estudio, la comunidad y los valores esenciales para su desarrollo. Desde la Casa, se promueven espacios de escucha, expresión artística, juegos cooperativos y lecturas dramatizadas que fortalecen la autoestima, la identidad cultural y el sentido de pertenencia.
La atención se realiza de manera personalizada, respetando las particularidades de cada historia, y se apoya en el trabajo conjunto de educadores, promotores culturales, trabajadores sociales y especialistas. Se prioriza el acompañamiento emocional, la prevención del estigma y la construcción de entornos seguros donde cada niño pueda crecer con dignidad, ternura y esperanza.
La Casa reafirma así su compromiso con la infancia como territorio de amor y reparación, donde la educación se convierte en un acto de justicia cotidiana y la comunidad en aliada del bienestar.