COVID-19Crónica

Un sí por la vida

Los soldados de batas blancas no han dejado de enseñarnos que la hermandad, la solidaridad , la unidad son esenciales para seguir adelante.

Cada mañana siento el toque gentil en mi puerta, casi siempre es él el que me despierta y entonces medio soñolienta abro la puerta y me dice :! Buenos días!¿Cómo se sienten ? Casi no veo su rostro, el nasobuco cubre gran parte dejando solo los ojos al descubierto. Me basta solo eso, pues en su mirada diviso calma para no sobresaltar, confianza para confirmar y compromiso para ayudar.

Es joven, estoy segura que un estudiante, ya está aprendiendo la importancia de su labor. Como él hay cientos que en un abrir y cerrar de ojos caminan distancias en mayor o menor medida dispuestos a cumplir, la tarea es promisoria, llena de riesgo, compromiso y humanismo.

Hay cientos de jóvenes como él en #Cuba y otras partes del mundo.Cuando todo pase cómo olvidar a los que se mantuvieron al tanto de todo, a los que permanecieron lejos de su familia, en un futuro incierto.

Hoy todos batallamos por sobrevivir. Y en esta lucha los soldados de batas blancas no han dejado de enseñarnos que la hermandad, la solidaridad , la unidad son esenciales para seguir adelante.

Cada noche al acostarme pienso en la situación actual, en mi tierra donde muchos no duermen cumpliendo y chequeando tareas para mantenernos al tanto y protegidos, sé que la batalla es compleja pero los cubanos nos protegemos y seguimos adelante.

Día a día a las 9 de la noche nos sumamos todos los agradecidos y entre sinceros aplausos damos nuestro sí por la vida.

Raisa Díaz Miranda

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