Hoy más que nunca, disciplina es la palabra de orden
El enfrentamiento a las manifestaciones de indisciplina social no es una campaña, es una tarea organizada cuyo éxito radica en el empeño en combatirla
Sandino – ¿Sabe usted qué es una indisciplina social? Se considera una Indisciplina social a la conducta adoptada por la persona en la violación de las normas, disposiciones y leyes que rigen la convivencia social, que en ocasiones puede constituirse en delito o ilegalidad. Son manifestaciones de la conducta que ocurren de forma individual o colectiva, trasgrediendo reglamentos y regulaciones preestablecidos por la sociedad.
El enfrentamiento a las manifestaciones de indisciplina social no es una campaña, es una tarea organizada cuyo éxito radica en el empeño, la sistematicidad y rigurosidad con que todos los factores involucrados desarrollemos nuestro rol específico. Este tema continúa siendo ampliamente debatido por la población en nuestro territorio, sin embargo se siguen aceptando algunas indisciplinas en las que podemos tomar partido a la hora de erradicarlas. Vale resaltar el paso de ciclos por las aceras lo que atenta contra la seguridad de los peatones.
A pesar de realizarse sistemáticos operativos en las principales arterias de la ciudad cabecera para contrarrestar esta imprudencia y evitar accidentes, muchos ciudadanos modelan el horario de realización de dichos operativos y se aprovechan de la retirada de los compañeros del Ministerio del Interior a cargo de la tarea, para acometer esta infracción.
No prestan atención al hecho de que quienes infringen la ley que regula el tránsito de este tipo de transporte, podrán ser corregidos con multas e incluso se puede decomisar el medio hasta tanto las autoridades competentes decidan sobre el caso.
Todo esto es preocupante porque lejos de erradicar las indisciplinas sociales, a pesar de todo el quehacer de los agentes del orden, el problema se agudiza y aumenta su incidencia en la comunidad.
Y qué decir de estos tiempos de covid-19. A pesar de que hay que reconocer las actitudes postivas hay que resaltar que aún hay personas imprudentes que violan las medidas establecidas. Ahora que iniciamos la nueva normalidad se requiere de mucha disciplina y responsabilidad individual. Hay que tener conciencia que nada hay más importante que la salud y que nadie es más responsable por su salud que uno mismo.
Sin dudas falta mucho por hacer y la familia debe jugar un rol más activo a la hora de combatir este tipo de manifestaciones.
Educar es sinónimo de prevenir y en función de prevenir es que todos los factores de la comunidad trabajamos. A fin de cuentas somos los más perjudicados con el problema. Seamos entonces capaces de unirnos para resolverlo de una vez.