En nuestro país los hay nasobucos de todos los colores, blancos, verdes, rayas, cuadros, rojos, amarillos, desechable, de tela, con tiras o elásticos.
Aún recuerdo las primeras imágenes de China relacionadas con el coronavirus, lo que más llamó mi atención fue el uso de la mascarilla. En ese entonces no pensaba que el nasobuco, o tapaboca se convertiría en una prenda de vestir en nuestro país.
En unas ciudades superpobladas y con altos índices de contaminación es muy común que las personas lleven nasobucos en lugares públicos para evitar aspirar grandes cantidades de dióxido de carbono en el aire. También es fácil que las influenzas y otros virus de transmisión oral se expandan rápidamente, otra razón para llevar tapada boca y nariz
Antes, en nuestro país, si ibas con uno puesto, pensarían que estabas enfermo, de la noche a la mañana se ha convertido en un medio de protección imprescindible, ahora si no lo llevas puedes enfermarte. No importa el contraste, sino que lo lleves y te protejas.
Al principio fue raro su uso, me faltaba el aire pensaba que no podía respirar, para un cubano es difícil estar tanto tiempo sin hablar o hacerlo con la boca tapada y lo peor de todo a veces las personas saludan y no los conocemos.
En nuestro país los hay de todos los colores, blancos, verdes, rayas, cuadros, rojos, amarillos, desechable, de tela con filtro sin filtro, con tiras o elásticos.
Los cubanos por estos tiempos hemos hecho gala de su solidaridad en este empeño se han sumada artistas, amas de casa, profesionales, deportistas todo el que tenga una máquina de coser y un pedazo de tela.
Se inscribe además, entre las palabras más utilizadas en el mundo, junto con pandemia, coronavirus, COVID-19, cuarentena, aislamiento, confinamiento, epidemia y distanciamiento social.
El accesorio es tendencia del momento y resalta en personas que buscan combinarlo con su vestimenta. Si bien se desconoce con precisión su origen, se le relaciona directamente con las mascarillas que emplean médicos y enfermeras para operaciones quirúrgicas. Lo cierto es que parece que el nasobuco llegó para quedarse.
Por Neylín Zambrana Roque
La Orquídea confecciona nasobucos para el pueblo (+AUDIO)(+VIDEO)
