El periodismo es el mejor oficio del mundo
Convertirse en reflejo de la sociedad y la realidad de la Cuba de hoy, debe ser premisa del periodismo en estos tiempos
Desde pequeña tuve bien definida mi profesión. Cuando los mayores me preguntaban respondía sin pensarlo dos veces: «quiero ser periodista.»
Aún no conocía de géneros periodísticos, pero encontraba atractiva la interacción con las personas, el seguimiento a los acontecimientos de la actualidad nacional e internacional en el noticiero estelar, no me perdía una emisión.
El primer paso para lograr mis sueños fue la prueba de actitud, uno de los momentos más estresantes de mi vida: tres exámenes eliminatorios, por tiempo y donde nuestra única identificación era un número, el mío el 64.
Alrededor de 162 estudiantes se presentaron. En cada eliminatoria las tensiones estaban a flor de piel, había risas y llantos. Confieso nunca escuche mi número. Mi mamá con un abrazo, indicaba que pasaba a la siguiente ronda. Al final solo quedamos 22 que tras las pruebas de ingreso fuimos 13.
Si antes me gustaba el periodismo, en la universidad me enamoré de la profesión. Conocí de comunicación, historia, filosofía, sociedad, redacción gramática, psicología, narrativa. En la academia obtuve las herramientas teóricas para enfrentar las rutinas productivas de los diversos medios.
La radio fue mi escuela. Su inmediatez me permitió crear habilidades de redacción, locución, trabajo con las fuentes de información.
Aunque mi pasión es la televisión, el arte de contar historias con imágenes; las historias de la gente común y corriente, los héroes anónimos que a veces pasan desapercibidos y contribuyen con su quehacer diario al desarrollo de nuestra sociedad.
Convertirnos en reflejo de la sociedad y la realidad de la Cuba de hoy, lograr mayores espacios para el diálogo y la interacción con los públicos deben ser premisas del periodismo en estos tiempos.
En nuestros medios existen rezagos y a veces inercia, existen carencias materiales en el sector, falta innovación y creatividad, escasez de determinados profesionales para enfrentar los desafíos de la convergencia mediática y los nuevos modelos de gestión editorial.
Los retos y los desafíos son muchos, pero aun así yo me inclino por este oficio que como dijera Gabriel García Márquez, es el mejor oficio del mundo.
Neilyn Zambrana Roque