Nuevo año en Sandino, imágenes en movimiento

El nuevo año en Sandino se despliega como una película en la que los sandinenses, como protagonistas, trabajarán con determinación y esperanza por transformar su comunidad
Por Tahiris Montano Ajete
Para mí, que trabajé más de 15 años pensando en imágenes, es difícil no captar la realidad sandinense a través de la lente.
El nuevo año en Sandino se despliega como una película, con cada escena capturada desde diferentes ángulos y efectos de cámara que revelan la complejidad de la vida cotidiana en este municipio. A medida que el calendario avanza, los nuevos actores, los desafíos económicos, las vicisitudes, los apagones, los sueños y las aspiraciones se entrelazan en una narrativa visual rica y emotiva.
Con cada inicio de año, Sandino ve emerger nuevos protagonistas en su escena social y económica. Jóvenes emprendedores, nuevas estructuras en el gobierno local se convierten en los actores principales de esta película. Sus rostros reflejan la determinación y el optimismo, mientras trabajan arduamente para transformar su comunidad. La cámara los sigue de cerca, capturando cada gesto de esperanza y cada paso decidido.
La economía de Sandino enfrenta desafíos monumentales, y la cámara lenta resalta cada obstáculo con una claridad dolorosa. Desde el aumento del costo de vida hasta la escasez de recursos básicos, cada toma subraya las dificultades que enfrentan los ciudadanos. Sin embargo, también hay momentos de resistencia y adaptación. Los mercados locales y las pequeñas empresas luchan por sobrevivir, y la cámara captura la resiliencia y la creatividad de los sandinenses en su esfuerzo por salir adelante.
Las vicisitudes del día a día se despliegan con la técnica de cámara rápida, mostrando la agitación y el esfuerzo constante de los habitantes de Sandino. Los apagones, un desafío recurrente, son capturados en un contraste oscuro y claro, simbolizando la incertidumbre y la lucha por mantener la normalidad. Cada apagón trae consigo una pausa momentánea, seguida de un resurgimiento de actividad mientras los generadores se encienden y la vida cotidiana se reanuda.
A pesar de las dificultades, los sueños y aspiraciones de los sandinenses son capturados con un lente suave y esperanzador. La cámara se detiene en los rostros de los niños en las escuelas, en los artesanos que trabajan con esmero en sus talleres, y en los agrícultores que cultivan la tierra con esperanza. Estos sueños son los que impulsan a la comunidad hacia adelante, alimentando la determinación colectiva de alcanzar un futuro mejor.
El nuevo año en Sandino, visto a través de los efectos y movimientos de la cámara, es una mezcla de desafíos y esperanzas, vicisitudes y resiliencia. Los nuevos actores se levantan para enfrentar los retos económicos, los apagones se convierten en símbolos de lucha y adaptación, y los sueños y aspiraciones se convierten en la savia que nutre este robusto árbol de comunidad. Así, Sandino sigue adelante, un fotograma a la vez, construyendo su propio guión de un futuro más próspero y equitativo.