ComentarioSociedad

Dígase juventud y resplandece la nuestra

Desde su primer día de existencia, puso la Revolución en sus jóvenes el mejor de los estandartes, la confianza plena de que jamás le fallarían

Futuro, esperanzas, ímpetu, creatividad, dígase juventud y se habrán resumido todas esas palabras. Pero si esa juventud se apellida «cubana», entonces habrá que añadir voluntad, amor patrio, espíritu de sacrificio, plena conciencia del hoy y el ahora.

Y no se trata solo de los hijos de este tiempo, es una tradición, una herencia que ha vencido los avatares de la historia, porque, ¿quién puede dudar del papel de las más nuevas generaciones de cubanos en momentos definitorios para el destino de la Patria?

Para los hijos de esta tierra, la cortedad del tiempo vivido nunca ha sido sinónimo de enajenación o de refugiarse en la inexperiencia para escapar del deber. Por el contrario, a los jóvenes cubanos los habita desde siempre un altísimo nivel de madurez y compromiso, una increíble capacidad de reaccionar ante los retos del presente que a cada generación en su momento le ha tocado vivir. Qué mejor ejemplo que el de aquellos que abrazaron al Apóstol y lo hicieron renacer en el año de su centenario, para no permitir que muriera nunca más.

Desde su primer día de existencia, puso la Revolución en sus jóvenes el mejor de los estandartes, la confianza plena de que jamás le fallarían, y por eso su rol nunca ha sido pasivo, sino un indispensable sustento para el andar victorioso de esta obra social.

El reto impuesto a nuestro país por la pandemia, y con él, el llamado a fortalecer la unidad de todo el pueblo, han devenido otro ejemplo excepcional de la manera en que responden si la Patria los convoca. Ciento diez mil de ellos han sido merecedores de la condición Jóvenes por la vida, y es ese el resultado de sus incansables horas en las salas y pasillos de un hospital, de sus aportes a las tareas productivas, de su andar con alimentos para personas vulnerables, de su responsabilidad al asumir la protección del pueblo en espacios públicos. No ha habido un solo frente de batalla contra este virus mortal en el que no haya estado presente el orgulloso relevo de los que a su vez, también han sido continuidad.

Hoy, cuando se celebra el Día Internacional de esa edad maravillosa, tienen los cubanos que transitan esa etapa de la vida disímiles motivos para festejar pero saberse útiles es, sin duda alguna, el mayor de todos.

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