ComentarioEconomía

El hombre decide por la calidad del pan

Las experiencias acumuladas durante el 2022 llevaron a los trabajadores de la Unidad Básica de Alimento a una mayor calidad del pan en Sandino.

Por eso resulta imposible desconocer la magnitud de los retos que enfrentaron ante la escasez de materias primas, tecnologías con años de explotación y otros factores adversos que demandaron de un mayor esfuerzo por los colectivos laborales.

Ante esa realidad, la contingencia energética y los efectos del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos, lograron resultados más atractivos en la labor que ejercen en las distintas unidades enclavadas en los consejos populares.

El compromiso y la entrega del personal permitieron alcanzar su estabilidad y a su vez avanzar en otras acciones necesarias para garantizar el pan de la canasta básica, Salud Pública, Educación y la población penal.

En ese difícil contexto cubano parece juicioso aprender de las experiencias. Es decir, mirar conscientemente hacia la innovación, puesta a prueba con el mismo espíritu, la capacidad profesional, inteligencia colectiva y sentido de pertenencia.

Elementos que en tiempo récord y con calidad y rigor aseguraron la producción y su distribución a través de las unidades del comercio porque están conscientes de que en sus manos está la vitalidad del proceso.

Y es lógico que el tema de la calidad del pan, recurrente en el estado de opinión de la población, tiende a desaparecer y no es invención del periodista. Este empeño escenifica una verdadera proeza por mantener los parámetros de calidad del pan nuestro de cada día.

Más que recursos, también necesarios, la estabilidad lograda demuestra que quien siempre decide es el hombre con su entrega al trabajo, iniciativas, ansias de mejorar, capacidad para sobreponerse a las dificultades y seriedad en la palabra empeñada.

Poco a poco bajo el apremio de continuar procurando alternativas de solución, la Unidad Básica de Alimento demuestra una voluntad dirigida a la reanimación de los centros laborales que van dejando poco margen a las justificaciones y pretextos sobre un asunto tan recurrente.

La palabra de orden de los hombres y mujeres es, por tanto, elaborar el pan con calidad. Todo ello demanda exigencia, control por parte de las administraciones, a sabiendas de que en las unidades se concretan los propósitos productivos.

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