Expertos de Guanahacabibes avanzan en estudios de densidad poblacional, alimentación y otros detalles de las jutías conga y carabalí
Expertos del Parque Nacional Guanahacabibes en la provincia occidental de Pinar del Río avanzan en la realización de estudios de densidad poblacional, modo de alimentación y otros detalles de la vida de las jutías conga y carabalí, especies endémicas de Cuba, presentes en ese istmo de abundantes bosques y profusas riquezas naturales.
El máster en Ciencias Forestales José Luis Linares Rodríguez, especialista ambiental del recinto a cargo de la investigación, comentó que la pesquisa pone énfasis en la jutía conga, considerada el mamífero nacional.
Dispersa en diferentes áreas de la península, habita en bosques semideciduos, donde permanece el mayor número de ejemplares, pero también está en los montes de ciénaga, complejo de vegetación de arenas blancas, matorral xeromorfo costero y manglares.
Agregó que la densidad de sus poblaciones permanece en el rango de 11 a 5 animales por hectárea, mientras en la zona conocida por Bolondrón, es donde posiblemente se encuentren las jutías de mayor tamaño en el país, según mediciones realizadas y comparadas con otras de varios sitios, entre los que figuran predios del Hanabanilla, en Villa Clara.
El área de Bolondrón está conformada por extensiones forestales en explotación, en las que se han reportado algunas violaciones por la caza de la especie, de carne con exquisito sabor y alto valor nutricional, por lo cual se instrumentó un plan de manejo para su protección, aunque en los últimos tiempos disminuyeron esas infracciones.
Entre las medidas adoptadas, destacan conferencias de educación ambiental, en tanto fue orientado no talar los árboles huecos a favor de su resguardo y preservar los arbustos preferidos por esos animales para su alimentación, unas 74 especies de la floresta.
Destacan las semillas, el mangle y cortezas de ejemplares como la palma, jocuma y el almácigo, indicó el especialista.
Agregó que también se hicieron reportes de densidad poblacional en los manglares, los más altos de 31 jutías por hectárea, y en cuanto al peso, las más robustas habitan en el bosque semideciduo.
En los lugares próximos a los humedales disponen de más alimentos y agua, por lo que los ejemplares son saludables, en cambio en la vegetación costera del sur, sobre los farallones, las condiciones resultan más difíciles.
Linares Rodríguez afirmó que cada detalle es fundamental en la investigación científica, caracterizada por un nivel de profesionalidad elevado en aras de obtener datos certeros al concluir la tarea, aunque el trabajo es lento, pues exige observar muy bien para poder captar lo esencial.
Explicó que la jutía conga está exenta de amenaza y sus poblaciones pueden encontrarse dispersas por todo el archipiélago, no así la carabalí, en estado vulnerable.
Los meses de junio, julio y agosto marcan el pico de la reproducción y de acuerdo con la indagación, los juveniles a partir de los 17 días de su nacimiento comienzan a alimentarse de la vegetación circundante.
El parque, fundado el 14 de diciembre de 2001 mediante el Acuerdo 4262 del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros de la República de Cuba, brinda cobija también a 16 especies de anfibios, 35 de reptiles, alrededor de 200 de aves, incluidas las migratorias; 18 de mamíferos y 104 de mariposas diurnas y nocturnas, entre otros grupos faunísticos.
Mantiene un estrecho vínculo con la Oficina para el Desarrollo Integral de Guanahacabibes, (ODIG), que constituye la junta de coordinación de la reserva.
(Fuente: ACN)
Tomado de Radio Habana Cuba