El diseño de una estrategia hacia la unificación monetaria se reconoce como una prioridad en la agenda de transformaciones.
Fue José Martí el autor de una frase que en la actualidad siguen repitiendo.» Hay que hacer en cada momento, lo que en cada momento es necesario»
Era una manera muy elevada de decir que todo tiene su tiempo y que de ello depende el éxito de lo que hagamos.
Muy bien acertada ahora que el tema de la Dualidad Monetaria se nos ha convertido de pronto en centro de polémica cotidiana en medio de la compleja situación por la COVID-19.
Sí porque sin temor a equivocarnos se convierte en una condición necesaria del proceso de reordenamiento de la economía cubana.
El debate necesario parte del dos mil once con los lineamientos del Sexto Congreso del Partido Comunista de Cuba, en el cual se orienta la unificación monetaria.
En las complejas circunstancias en las que Cuba sigue dispuesta a mantenerse como nación soberana, se impone la necesidad de una sola moneda.
Hay claridad en que sea el peso cubano que además cumpla con las funciones y que este pueda contribuir al logro del equilibrio macroeconómico.
El diseño de una estrategia hacia la unificación monetaria se reconoce como una prioridad en la agenda de transformaciones.
El lineamiento 55 así lo recoge: Se avanzará hacia la unificación monetaria, teniendo en cuenta la productividad del trabajo y la efectividad de los mecanismos distributivos y redistributivos.
Por su complejidad, este proceso exigirá una rigurosa preparación y ejecución, tanto en el plano objetivo como subjetivo.
Constituye sin duda un paso decisivo para el reordenamiento monetario adoptado a inicios de la pasada década en Cuba a raíz de la caída del bloque socialista.
Toda esta situación referida a la dualidad monetaria, y su prolongación por cerca de 20 años, propicia algunas reflexiones que, a la vez, dan lugar a algunas interrogantes, tales como: ¿cuándo se podrá eliminar la dualidad monetaria?, ¿cuándo existirá una moneda única, como en la casi totalidad de los países del orbe?.
Si repasáramos con inteligencia los últimos análisis sobre el tema, nos daremos cuenta de su impacto en la sustitución de importaciones y el fomento de las exportaciones conjuntamente con un crecimiento del sector no estatal.
Mientras esto no suceda la economia nacional seguirá enfrentando serias trabas para su avance. Imaginemos entonces lo importante que es para Cuba el reordenamiento monetario y para el momento en que estamos viviendo.