El incremento significativo de esta alga en la zona desde el 2015 ha provocado en dos ocasiones la muerte masiva de peces
La “invasión” de sargazos que en los últimos tiempos ha disparado las alarmas en buena parte del Caribe, también incide sobre la península de Guanahacabibes.
El extremo occidental de Cuba ha venido reportando desde 2015 un incremento significativo de esta alga de color pardo, que ha llegado a provocar en dos oportunidades la muerte masiva de peces.
Lázaro Márquez, director del Parque Nacional Guanahacabibes, explica que se trata de dos especies de la familia Phaeophyceae y que no existe un criterio definitivo sobre las causas de este fenómeno.
Posibles causas
“Entre las hipótesis que se manejan está la de que se debe a la elevación de las temperaturas producto del cambio climático. Otros investigadores consideran que se encuentra relacionado con alteraciones en el patrón de distribución de las corrientes oceánicas y los vientos predominantes, y también hay quienes lo relacionan con el incremento de los nutrientes que llegan al mar a través de los ríos, incluyendo fertilizantes nitrogenados”.
Según el especialista, el programa de monitoreo de la flora y de la fauna típicas de la península ha demostrado que las afectaciones producidas en las zonas costeras tienen un efecto en los procesos relacionados con especies como las tortugas marinas.
Además, han estado incidiendo sobre los arrecifes coralinos y los pastos marinos, dos de los ecosistemas más importantes para el desarrollo de la vida bajo el agua.
Incremento del volumen de sargazo
Lo llamativo no está en la presencia del sargazo, algo que tradicionalmente ha ocurrido sobre todo entre los meses de abril y julio, sino en las enormes cantidades en que ha estado arribando a la región.
“En lo que va de 2019, el monitoreo sistemático ha permitido determinar la aparición temprana de grandes volúmenes desde el mes de febrero, lo cual no tiene precedentes en años anteriores, con un incremento alarmante en sitios donde no se había reportado, particularmente en el sector litoral extendido desde La Bajada hasta Cabo Corrientes”, detalla Márquez.
En algunas playas de Guanahacabibes se han formado bancos de hasta 1,4 metros de alto, que obstaculizan la llegada de las tortugas para anidar.
Acciones para atenuar los efectos sobre el ecosistema
Con el propósito de atenuar el problema, los especialistas del parque han optado por abrirle brechas de alrededor de dos metros de ancho a los “muros” de sargazo, a fin de que los animales puedan entrar a depositar sus huevos y volver a salir.
También se han documentado salidas de tortugas sobre el diente de perro, buscando pequeñas acumulaciones de arena, en áreas donde habitualmente no ocurre la anidación.
Varias playas de la península han perdido por momentos su color azul y se han teñido de carmelita, como las algas que las invaden.
Sistema de alerta temprana
Ante esta situación, se ha estructurado un sistema de alerta temprana en toda el área para obtener información actualizada, a partir de los reportes del personal que por razones de trabajo recorre cada día la zona litoral. Las Tropas Guardafronteras, el Cuerpo de Guardabosques, la empresa forestal y los guardaparques son algunas de las fuerzas incorporadas.
Unido a esto, los especialistas del área protegida ejecutan un monitoreo sistemático, mediante exploraciones a varios sitios de la península, para documentar y valorar en su total magnitud los alcances y consecuencias de ese evento.
Aun cuando en las últimas semanas se constata una disminución de la llegada del sargazo, el director del Parque advierte que estamos ante un proceso anómalo, con fluctuaciones temporales, por lo cual pudiera volver a incrementarse con intensidad en cualquier momento.