Ahorrar, una prioridad en todos los tiempos

Ante la situación actual que vivimos los cubanos, el ahorro deviene en palabra de orden. Ahorrar energía eléctrica es necesidad impostergable.
La realidad de Cuba muestra la existencia de una crisis coyuntural agravada con el recrudecimiento del bloqueo económico y con los estragos de la pandemia global de la Covid-19. Ante dicha realidad, el ideal de ahorrar sobrepasa los tradicionales esquema del agua y la electricidad y se expande a todos los productos dependientes de la economía nacional. Ante la situación actual que vivimos los cubanos, el ahorro deviene en palabra de orden.
Durante los últimos días se reafirma el hecho de que el sector residencial es donde más se consume energía inclusive el promedio registrado en el mes de mayo supero la media correspondiente al mes de agosto, la causa fundamental es el aislamiento social, la solución factible sigue siendo el ahorro. Por lo que sólo la conciencia de la necesidad de ahorrar energía, unido a las medidas ya establecidas en el sector estatal permitirán evitar los sobreconsumos en el “horario pico” y los siempre indeseados apagones. Ahorrar energía eléctrica es necesidad impostergable. La capacidad generadora es superada durante el pico en la curva de la demanda eléctrica ocurrida entre las seis y la siete de la tarde. Este horario es considerado momento crítico dentro del periodo de las cinco de la tarde y las nueve de la noche. Es conocido popularmente como horario pico.
En la realidad actual, donde ahorrar es prioridad, hacer en relación a disminuir el consumo de energía eléctrica, no constituye la mejor vacuna para vencer la pandemia. pero sin dudas, ayudará a amortiguar la crisis económica global y sus agravantes en Cuba.
Ante esta situación se hace imprescindible apagar luces innecesarias, revisar las juntas de las puertas de los equipos de refrigeración y toda otra acción que contribuya a disminuir el consumo de energía. Las entidades estatales, por otro lado deben poner en práctica un grupo de medidas para ayudar al ahorro. Estas medidas deben relacionarse con el desplazamiento de la carga durante el horario pico a horas posteriores. Además la regulación del consumo de equipos y luminarias que no sean de estricta necesidad ente las cinco de la tarde y las 9 de la noche .Sin dejar de mencionar la regulación del uso de los medios de climatización en áreas no tecnológicas.
En particular las panaderías, hoteles, industrias de producción continua, equipos de bombeo al servicio de actividades agrícolas, policlínicos, hospitales y frigoríficos, deben desplazar las actividades de más consumo eléctrico fuera de la hora pico contribuyendo así a un ahorro, que llevado a números está previsto que alcance al 10% del consumo que registraron durante el horario de verano.
Amigas y amigos para lograr tales objetivos debe primar la participación de los especialistas, trabajadores y personal técnico en los estudios de reacomodo de carga. Esto debe permitir el desplazamiento adecuado de las actividades más consumidoras, sin perturbar la calidad de los servicios y productos. Ahorrar energía eléctrica tanto en el sector residencial como estatal, se convierte en una tarea de orden y una necesidad impostergable con el fin de evitar que los mal recibidos apagones vuelvan a enseñorearse de las viviendas.
Por Noemí Balmaseda Arvelay
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