Para los mensajeros, que hoy suman más de 450, no hay horario, ni impedimentos, se exponen al fuerte sol o la lluvia que castiga al lugar
Sandino-Mucho agradecen los vecinos de ciudad Sandino, la gradiosa labor de jóvenes y no tan jóvenes que ponen todo su empeño para llevar los productos de la canasta familiar normada a núcleos familiares de la comunidad. Ahora es apreciada mucho más, en tiempos de la cuarentena que vive Ciudad Sandino desde el pasado 28 de octubre por la COVID-19.
Para estos mensajeros, que hoy suman más de 450, no hay horario, ni impedimentos, se exponen al fuerte sol o la lluvia que castiga al lugar, a no dormir las mañanas y a soportar en sus espaldas el peso de los productos de sus 10 tarjetas.
Para ellos solo existe una tarea a cumplir: salvar vidas y parar el contagio. Ante la actual situación sanitaria no descuidan las medidas de bioseguridad.
Todos ellos llevan consigo el pomo con hipoclorito para lavarse las manos antes y después de entregar los abastecimientos a las familias resguardadas en casa.
De igual manera, usan el nasobuco y mantienen el distanciamiento físico a la hora de adquirir los productos en mercados, bodegas o en cualquier otro punto de venta.