ComentarioSociedad
La Federación de Mujeres Cubanas, un baluarte para la mujer

Por Raisa Díaz Miranda
La fuerza de su estirpe marca un valor incalculable. Ella, emprendedora y altruista hilvana los hilos de la vida y entre hinojos de maternal vocación entreteje valores y sabiduría.
¿Quién puede opacar su dulzura, esquivar el temple de su mirada, eludir la tesura de su voz cuando de regaños la encubre?
Arrolladora y pertinaz la mujer trasciende el tiempo, acepta lisonjas sin compromiso alguno y su paso es escrutinio seguro cuando debe proteger a los suyos.
Así enmarcó el camino junto a los hombres en la guerra necesaria. Ella fue pilar esencial, acicate en innumerables contiendas. Por su manifiesto coraje ganó un lugar cimero en la historia de Cuba.
Antes del triunfo revolucionario la mujer fue relegada, después del primero de enero de 1959 llegaría su igualdad de derechos, el fortalecimiento de su acervo cultural y la incorporación a la vida económica, política y social de la Revolución.
El 23 de agosto de 1960 nació la Federación de Mujeres Cubanas, la organización que agrupa y representa a toda la fuerza femenina. Desde sus inicios le abre nuevos caminos, retos y motivaciones.
Para guiarla utiliza, entre otros programas, la Casa de Orientación a la Mujer y la Familia. Ella agradecida asume sus enseñanzas para convertirse en la pilastra esencial de la vida familiar. La Federación de Mujeres Cubanas constituye para la mujer la antesala segura hacia el porvenir.