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Sitio de unión de distintos colectivos

En el edificio de los organismos de Ciudad Sandino laboran unos 700 trabajadores, quienes desde cada estructura o sector, asumen su encargo estatal.

Quizás muchos desconozcan cómo fueron los inicios del edificio de los organismos en Sandino y su papel aglutinador de varios sectores. La historia local lo recoge entre sus páginas.

La división política administrativa en julio de 1976 trajo consigo para el territorio cambios sustanciales. Uno de ellos al desaparecer el regional Guane y conformarse el actual municipio de Sandino, fue la ubicación en la ciudad, de estructuras que anteriormente radicaban en territorio guanero y en Las Martinas, que fungía como poblado cabecera.

En abril de 1982 tras un proceso constructivo que duró casi dos años, abre sus puertas el edificio de los organismos. La idea que previamente fue aprobada por la Asamblea del Poder Popular, en aquella etapa encabezada por Beltrán Rojas, se tornaba una realidad.

Cerca de 110 trabajadores de las direcciones de unidades presupuestadas como Finanzas y Precios, Economía, Planificación y Trabajo, así como sectoriales como Cultura y Deporte, entre otros, emprendieron su labor en el nuevo inmueble. La Dependencia Interna del Poder Popular rectoraba desde el órgano de gobierno el funcionamiento de la instalación.

Durante años, aunque no desde el propio inicio del funcionamiento de este edificio, hubo varios encargados que ejercían como administradores del mismo. Tenían a su cargo la organización de la guardia, la limpieza y otras tareas de mantenimiento relacionadas con el inmueble. Con el proceso de disponibilidad desapareció esta plaza, pero quienes asumieron esta responsabilidad, argumentan que entrañaba un enorme compromiso.

En el edificio de los organismos de Ciudad Sandino laboran unos 700 trabajadores, quienes desde cada estructura o sector, asumen su encargo estatal.

Unir esfuerzos en función de mantener esta obra, es el mayor desafío y en ello, todos deben jugar su papel para darle vida eterna a un recinto que llegó para quedarse.

Marelis Corvea Barreto

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