Es respeto a los ancianos es garantía de seguridad y respeto a los valores tradicionales
Sandino-En la actualidad se ha hecho común llegar a cualquier lugar y encontrar a ancianos víctimas del maltrato por generaciones que le suceden sin pensar que en mayores nos convertiremos todos algún día.
El hecho demuestra sin duda carencia de respeto a los ancianos; pérdida de valores tradicionales en una sociedad movida por la vida agitada, el estrés y los valores materiales.
Al adulto mayor debemos cederle el paso ante una interminable cola, o el puesto al montar un ómnibus. También ayudarlos al cruzar la calle, escuchar sus historias y mostrarse comprensivos para con ellos. Estar al pendiente si necesitan ayuda o simplemente alcanzarles un vaso con agua. Estas son actitudes tan sencillas que no necesitan de cursar estudios y engrandecen a las personas.
Es lamentable ver padres de familia que durante años se entregaron en cuerpo y alma a la crianza y educación de los hijos; hoy solo los acompaña una suma de dinero mensual que manda alguno de ellos. El adulto mayor necesita de compañía, amor y cariño, alguien a quien decirle lo que sienten en el día a día.
Soy del criterio que en una sociedad como la nuestra donde se llevan a cabo tantos programas dedicados al adulto mayor urge mostrar e inculcar a nuestros hijos que los mayores son símbolos de sabiduría y conocimientos. Ellos que ayudan a las nuevas generaciones a su tránsito por la vida. Hay que crear cultura de familia de vecinos y de respeto a los mayores.
Es momento de reflexionar, ahora que todos estamos inmersos en un proceso de consulta popular sobre el Proyecto de Constitución; el cual trata el tema en el Capítulo III Artículo70 párrafo 198.
Recuerden que el respeto es garantía de seguridad, transparencia y cultura y si no somos capaces de sentirlo hoy por los demás será imposible recibirlo en un futuro. No esperemos que sea demasiado tarde, pues como dijera José Martí las cualidades de los padres quedan en el espíritu de los hijos.
