La solidaridad entre vecinos caracteriza el día a día de cubanas y cubanos.¡Has bien y no mires a quién!
¡Has bien y no mires a quién!. Así dice un refrán que muchas personas ponen en práctica y cuando se trata de solidaridad entre vecinos mucho más. No por gusto hay quienes aseguran que el vecino es tu familiar más cercano.
Ten presente que ser solidario con el de al lado es una manera de asegurar buenas compañías para toda la vida.
Los vecinos son las personas que siempre están cuando se necesitan, al menos así son la mayoría. Solidarios, incondicionales y responsables con la convivencia social. Estos son valores que los caracterizan.
Cuántas veces no has escuchado de un apartamento a otro o de una vivienda a otras cercana, frases como… Vecina trae la tasita que ya colé… papo, dame la libreta que ya llegó el pan… o Miguelito ven para que almuerces que tu mamá no ha llegado del trabajo….Cosas como estas son las que día a día convierten a tus vecinos en parte de la familia. No son pocas las personas que tienen a su mamá y papá lejos o a sus hermanos. Sin embargo ahí están los vecinos para suplantar esas carencias familiares.
Mis amigos la solidaridad entre vecinos se observa también en el cumplimiento de las actividades cederistas. No es menos cierto que en la actualidad no todos se suman a ellas, ni todos lo hacen con el mismo dinamismo. Pero no se puede negar que la realización de actividades denota unidad y solidaridad en el barrio. Limpieza de áreas, limpieza de escaleras, la ubicación de propagandas y banderas son acciones que se realizan entre los vecinos. Y qué me dicen de la elaboración de caldosas que empezando por sus ingredientes salen de la cooperación de los vecinos. Esto solo se logra cuando hay buenas relaciones en la vecindad.
Los vecinos difícilmente niegan ayuda a las personas que viven cerca de su casa.
¿Y tú, has necesitado alguna vez la ayuda de tu vecino?, ¿has encontrado respuesta positiva?…!Seguro que sí!…Los vecinos difícilmente niegan ayuda a las personas que viven cerca de su casa. Hasta quienes han tenido incongruencias o malos entendidos a la hora de la verdad también se brindan y cooperan con los problemas de los demás.
Si la vecina está operada no faltará quien ofrezca un poquito de fideos para una sopa o unos refresquitos para que meriende. No falta tampoco el carro del frente para llevarla al hospital en caso de necesidad, como tampoco lugar acogedor y responsable donde dejar al bebé en un momento de urgencia. Así son los vecinos cubanos.
Muchas muestras de actitudes positivas se ven por doquier cuando se trata de la solidaridad entre vecinos, sin embargo, todo no es color de rosa. También los hay que cierran la puerta cuando pasas para no saludar o a quienes les molestan los ruidos que hacen los pequeños o se pasan la gran parte del tiempo juzgando o criticando a la joven o al joven de enfrente sin pensar que los tiempos cambian y que ellos no serán nunca como los de generaciones anteriores.
Con actitudes como estas es que se va perdiendo la confianza y con ella la solidaridad entre los vecinos. Pero estas actitudes son minoritarias y no pueden empañar el buen camino de quienes sí viven en unidad y solidaridad.
