En Pinar del Río las evaluaciones correspondientes a La Tarea Vida, están en constante acción para que todo lo planeado se cumpla
La Tarea Vida, que se proyecta hasta el año 2050 casi culmina la primera etapa de realización en el próximo 2020. En la provincia Pinar del Río las evaluaciones correspondientes están en constante acción para que todo lo planeado se cumpla en tiempo.
Este plan de acción contempla zonas, lugares y áreas muy vulnerables, y los organismos e instituciones encargados de ejecutar estas acciones trabajan arduamente en los siete municipios afectados.
Yuri Triana, delegada del CITMA, informó que se cumplieron todas las acciones de la agricultura, la recuperación de las playas arenosas y la eliminación de las casuarinas, como plantas invasoras, en el territorio costero de Minas de Matahambre.
Sin embargo, preocupa que se haya retrocedido en los pueblos costeros, cuyos habitantes fueron relocalizados lejos de la línea de costa, por la eminente subida de las mareas debido al calentamiento global, y algunas familias de manera inconsulta han regresado al lugar.
Rubén Ramos Moreno, vicepresidente del Órgano de la Administración Provincial, llamo a cerrar filas entre los organismos vinculados como Planificación Física y los de control para que haya mayor enfrentamiento y no sea un problema particular del CITMA.
En esta tarea se cumplen muchas acciones, pero las principales tienen que ver con el medio y la protección de los humanos y su base de sustento.
En el asentamiento Las Canas, ubicado en el kilómetro 21 de la carretera a La Coloma, se reordenaron 79 viviendas y como parte de la rehabilitación se han sustituido 25 hectáreas de eucalipto por especies menos evapotrasnpiradoras.
De igual forma en Punta de Cartas, en San Juan y Martínez, se relocalizó el poblado Campo Alegre y se ejecutaron 59 viviendas por la vía de colaboración internacional. Se efectuaron acciones de rehabilitación en el sector costero, priorizando una zona devastada por el paso de los huracanes y se sembraron dos hectáreas de mangle.
En La Bajada, Sandino, el trabajo en la zona se dificulta más, pues el plan se propuso para culminar en el 2050, pero por las afectaciones y el aceleramiento del cambio climático se efectúa en corto plazo la reorganización del poblado.
Para ello se conformó un plan parcial que conlleva un movimiento del asentamiento humano rural concentrado en El vallecito, en el mismo municipio.
También ejecutaron una inversión para el estudio de suelo para el desarrollo pecuario. Se benefician 60 hectáreas y ejecutan medidas temporales y de acondicionamiento de suelo, así como incorporación de abonos verdes.
El informe versó además sobre los avances palpables en las playas Uvero Quemado y Gutiérrez. Allí se reforestó por regeneración natural 30 hectáreas de mangle, se fortaleció y reconstruyó el bosque semideciduo en 7,2 hectáreas afectadas.
Del mismo modo recibió mantenimiento diez kilómetros de canales de intercambio hídrico en manglares. El monitoreo del estado de conservación del ecosistema arrecifal y de manglares, así como blanqueamientos de corales en la península de Guanahacabibes. Se evalúa el proceso invasivo de especies vegetales nativas en algunas playas.
En el municipio de Minas de Matahambre, precisamente en Cayo Jutías se talaron 0,02 hectáreas de casuarina y en su lugar se sembrará uva caleta, y 1000 posturas de majagua, mangle y patabán.
El macizo arrocero de Los Palacios comenzó a generalizar la siembra de las variedades INCA LP5 y LP7, resiente a la sanidad y estrés hídrico. La nivelación de 266,30 hectáreas de suelo de 600 previstas. La rehabilitación de los canales de riego, obras de fábricas, compuertas, canales de drenaje, canales primarios, secundarios y terciarios, y el mantenimiento de otros existentes, es también prioridad.
