Varias obras en ejecución en Pinar del Río favorecerán el programa arrocero en el territorio, al propiciar mayor capacidad de almacenamiento del grano, mejor calidad de la semilla y el incremento de los rendimientos de las producciones.
Entre dichas obras se encuentra el secadero de arroz “Victoria de Girón”, ubicado en el Consejo Popular Alonso Rojas, a unos 25 kilómetros del poblado cabecera del municipio de Consolación del Sur.
La ejecución es responsabilidad de especialistas y obreros de la Empresa de Construcción y Montaje (ATTAI) Pinar del Río, que tienen como objetivo fundamental en su quehacer diario la calidad en cuanto a la terminación.
Ventajas de las tareas de ampliación
Esta obra propiciará el aumento del volumen a almacenar del grano, en una provincia considerada entre las mayores productoras de arroz en el país, alimento de gran arraigo en el plato del cubano.
Allí se levantan cuatro silos de almacenamiento de mil toneladas cada uno. Dos de ellos ya están terminados, según explico el jefe de la brigada de mantenimiento y directivo en esa Unidad Empresarial de Base (UEB), Ramón García Pino.
“Los mencionados silos se sumarán a seis ya existentes, para un total de diez. Ello significa una capacidad de almacenaje de arroz de diez mil toneladas.
“El arroz llega a la UEB arrocera Victoria de Girón procedente de áreas de la Empresa de Granos Los Palacios, de las cooperativas radicadas en su territorio y en áreas aledañas. La recepción del arroz se produce en la zona de la báscula para determinar su peso, después pasa al proceso de secado y posteriormente al silo de molinos con tecnología de punta”.
Cada día son molinadas 120 toneladas de arroz, destinadas a la red de comercio para que el grano sea incluido en la canasta básica dirigida a los consumidores en los diferentes establecimientos.
El arroz constituye un alimento significativo en Cuba, de ahí la importancia de lograr que las áreas agrícolas dedicadas al cultivo del grano estén interconectadas con las instalaciones para el procesamiento industrial.
De esta manera se logra un ascenso en los rendimientos productivos arroceros, con reflejo en una disminución paulatina en las cantidades a adquirir en el mercado internacional.
