COVID-19Entrevistas

El asintomático: modo de actuación en Cuba para disminuir el gran riesgo de contagio

En el caso del SARS-COV-2, el contagio se comprueba mediante la prueba de PCR en tiempo real, a partir de un exudado nasofaríngeo.

Desde hace seis meses el país se ha enfrentado, sin tregua, a la pandemia de la COVID-19. Nuestros científicos y las autoridades sanitarias y gubernamentales han recurrido a toda su capacidad y talento para frenar una contagiosa enfermedad, que se propaga y mata al menor descuido. Se extiende por el contacto con las gotículas que expulsan, de forma inadvertida por la boca y nariz, personas enfermas o asintomáticas con el SARS-COV-2, al toser o incluso hablar en voz baja o respirar.

Precisamente, para elevar la percepción de riesgo, Granma conversó con la doctora Vivian Kourí Cardellá, subdirectora primera del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), con el objetivo de conocer más sobre el impacto que tiene el comportamiento asintomático de esta enfermedad.

«Se considera como una persona asintomática aquella que está infectada con algún agente patógeno, pero no presenta manifestaciones de la enfermedad. Al realizarle la prueba diagnóstica, resulta positiva y, además, es capaz de transmitir la infección a otros», refiere la científica.

La también especialista de segundo grado en Microbiología, con perfil en virología, añade que en el caso del SARS-COV-2, el contagio se comprueba mediante la prueba de PCR en tiempo real, a partir de un exudado nasofaríngeo.

«Es importante diferenciar al individuo asintomático del presintomático. Puede ocurrir que al paciente se le tome la muestra en una etapa inicial y luego evolucione hacia la enfermedad. A esa persona no se le califica como asintomático, porque en este grupo están aquellos que nunca emiten algún tipo de síntoma», afirma.

La literatura científica divulga que este fenómeno ocurre entre un 40 % y un 70 % del total de muestras tomadas en cada uno de los países, máxime si las autoridades de Salud hacen estudios de poblaciones para detectar brotes o focos de transmisión en un territorio.

Esa estrategia se sigue en Cuba desde la aparición de los primeros casos confirmados, importados el 11 de marzo, con la hospitalización de los enfermos y el aislamiento de sus contactos directos e indirectos, por eso es que se ha definido un comportamiento de un 60 % de casos asintomáticos.

–¿Es más alta la carga viral de un asintomático que la de un sintomático?

–No hay evidencias científicas al respecto. Cuba tampoco tiene conclusiones sobre el tema. Las indagaciones actuales reportan diferencias con la duración de la positividad de las pruebas Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR, por su sigla en inglés) entre pacientes sintomáticos e individuos asintomáticos. Respecto a las pruebas de anticuerpos (respuesta inmune que el organismo desarrolla frente a la infección), en pacientes sintomáticos se ha detectado que los anticuerpos se elevan más temprano con mayor título y duran más en los individuos asintomáticos.

–¿Qué tratamientos se recomiendan a los asintomáticos una vez aislados?

–En el mundo, el asintomático no recibe ningún tipo de tratamiento, solo se le indica aislarse en su casa y tener el menor contacto con otras personas.

«En Cuba se le suministran terapias para elevar las defensas inmunes como el interferón y el nasalferón. Este último es un compuesto químico que se administra por vía nasal con menos riesgos invasivos para el organismo».

–¿Qué procedimientos se realizan para determinar que una persona está contagiada con el virus?

–La persona que llega con síntomas respiratorios, al ser recibido en un hospital se evalúa y se le aísla en un centro de sospechosos y se le toma una muestra de exudado nasofaríngeo. De obtenerse un resultado positivo, se clasifica como paciente con la COVID-19 y se traslada a una institución especializada en cuidados de la enfermedad. De ser negativo se remite hacia otra área NO-COVID.

«El confirmado con el virus genera un estudio de contactos para aíslar a todos sus allegados y convivientes. También se realizan controles de foco en la población aledaña, donde vive y trabaja, para determinar el grado de transmisión. Los contactos más lejanos son seguidos por el área de Salud de su zona.

«Las personas enviadas a centros de aislamiento esperan cinco días del último contacto con la persona positiva para realizarle la prueba. De resultar negativo se le repite una segunda prueba pasados otros cinco días más, pero ya en su casa y sin tener otros contactos en la comunidad. Este grupo de personas se mantiene bajo vigilancia epidemiológica, porque puede estar en un periodo de incubación que puede durar hasta 14 días.

«Con esta segunda prueba puede determinarse si hay personas infectadas asintomáticas. De pertenecer a este grupo se aíslan en centros positivos de asintomáticos».

–¿Son costosas las pruebas PCR?

–Cuba no produce las pruebas diagnósticas de PCR. Las compramos en el exterior. Producimos solo un volumen de material gastable, hablo de los hisopos para la toma de muestras, el medio de colecta, donde se coloca el hisopo y otros. También producimos equipos de protección personal, me refiero al vestuario.

«Lo que no podemos producir son los reactivos. Esos insumos se compran en el exterior, al precio de unos 50 dólares por prueba. «Esto sin sumar el costo de la atención médica, el traslado de las muestras y su manipulación en los laboratorios.

«Las grandes compañías de laboratorio son las que suministran estos reactivos, que son muy caros, y que en estos momentos están deficitarios.

«Al país le cuesta trabajo comprar estos reactivos, aún con el dinero disponible para esos menesteres».

–¿Podrá Cuba producir estos insumos para las pruebas PCR?

–Varios centros de BioCubaFarma investigan la posibilidad de producir los reactivos e insumos para el laboratorio. Hemos buscado reutilizar los materiales de plástico.

«La literatura sugiere desechar todo el material por ser usado en biología molecular, pero se está experimentando en un tipo de protocolo para su lavado y esterilizado con autoclaves y radiaciones. Hasta el momento tenemos resultados alentadores».

–¿Al realizar cálculos con más de 7 000 pruebas diarias a 50 dólares se trata de una suma millonaria desde el inicio de la pandemia?

–Realmente el país invierte mucho dinero en estas pruebas diagnósticas, y que representa un esfuerzo muy grande para una nación subdesarrollada como la nuestra, además bloqueada económicamente por el gobierno de Estados Unidos.

«Amerita tal gasto, porque hablamos de una epidemia de difícil manejo, con cifras altas de contagios y de fallecimientos. Hasta que no aparezca una vacuna, desgraciadamente no habrá un control mundial efectivo de la epidemia».

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