Los universitarios cubanos tienen el desafío de ser por siempre consecuentes con sus raíces y sus tiempos
Sandino- La Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y los universitarios cubanos, en cada momento histórico de nuestro país, han sido fieles luchadores por la causa de la libertad de Cuba. La sangre de muchos de ellos, regó el camino hacia la independencia definitiva. Sobrada prueba tiene la historia de lo que puede hacer un estudiantado unido en una lucha común.
Y no es menos cierto que hoy, la FEU sigue estando a la vanguardia de los principales procesos y transformaciones de la sociedad. Lleva en su seno la impronta de los que la forjaron, y de los que con su vida la encumbraron para la posteridad. Tal es el caso de Julio Antonio Mella, asesinado vilmente por sicarios de Gerardo Machado el 10 de enero de 1929.
La Federación Estudiantil Universitaria ya llegó a su 97 cumpleaños, el pasado 20 de diciembre. Pero para nadie es un secreto que todavía tiene como reto, lograr motivar a todos los estudiantes para que participen en todas las actividades, tareas y procesos. Es un compromiso en la que esta conscientemente trabaja cada día, y una deuda que tiene con sus fundadores, dentro de los que se encuentran Mella y muchos otros que son paradigma para las nuevas generaciones.
La FEU en Sandino
Dentro de sus muchas proyecciones de trabajo, nos decían universitarios sandinenses, está prestarle mayor atención al estudiantado que vive esta organización, que la siente como suya, y que la disfruta. Y tienen en cuenta también, referían, a la brigada como célula fundamental. Las estrategias que emplean, así lo aseguraban muchos de ellos, están marcadas por las dimensiones de participación y de integración. Sobre la base, ¡claro está!, de la formación en valores y la formación integral que debe tener el universitario que se forma en la Universidad cubana de estos tiempos.
Además, esta estructura desde hace varios años tiene la meta de lograr una mayor identificación de los estudiantes con la organización que los representa. Asimismo, alcanzar una mayor incorporación y participación en sus actividades y procesos. Por eso se dan a la tarea de generar espacios atractivos y que motiven a sus miembros, tal como lo decían a Juventud Rebelde, estudiantes entrevistados hace algunos días.
La FEU de vanguardia
De hecho, decir no a la apatía, multiplicar espacios de acción, motivar al estudiantado; y con ese mismo ímpetu caminar rumbo al futuro, tienen que estar, y están, dentro de las directrices de cada cónclave universitario. Ese que tiene por demás el desafío de ser por siempre consecuentes con sus raíces y sus tiempos.
Definitivamente, la FEU se ha crecido y fortalecido. Cada uno de los movimientos con los que cuentan se reinventan y piensan cómo ser más interesantes cada día.
El reto mayor tiene que seguir siendo, resultar un retrato fiel de una organización que agrupe y movilice a todos los estudiantes universitarios. Que llegue a las comunidades, que transforme, que rompa barreras, y que destierre esquemas.
La idea es que haga todo esto de manera tal, que siga resultando una antorcha que descienda de las universidades para defender la obra revolucionaria; esa de la que ellos, son presente y futuro.
